Hace tres días sentí y escribí:
Estoy a punto de ir a dormir. Me siento incompleto, pero al mismo tiempo feliz: necesito tu abrazo y presencia; pero recordar el calor de tu cuerpo me da fortaleza.
No quiero entristecer; no, no una vez más. Quiero tener la seguridad de tu compañía, de la luz de tu sonrisa, de la delicia de tus besos…
El sonido de las manecillas del reloj no termina nunca, y me recuerda que es mucho el tiempo que falta para que estemos unidos.
Esperaré. Trataré de no desfallecer. Encontraré esperanza en tu voz cada noche, antes de ir a dormir.
Estoy a punto de ir a dormir. Me siento incompleto, pero al mismo tiempo feliz: necesito tu abrazo y presencia; pero recordar el calor de tu cuerpo me da fortaleza.
No quiero entristecer; no, no una vez más. Quiero tener la seguridad de tu compañía, de la luz de tu sonrisa, de la delicia de tus besos…
El sonido de las manecillas del reloj no termina nunca, y me recuerda que es mucho el tiempo que falta para que estemos unidos.
Esperaré. Trataré de no desfallecer. Encontraré esperanza en tu voz cada noche, antes de ir a dormir.