Tu mirada era libre,
y no sabías que mientras mirabas al sol,
mi abrazo disipaba la oscuridad a tu espalada.
En la mañana susurré a tu oído,
sin que me diera cuenta, se convirtió en beso
y tu aroma ya no me dejó ir.
Cada trago me recuerda tu aliento,
y el humo de un cigarrillo se desvanece,
recordándome la suavidad de tu cuerpo.
Cierro los ojos y puedo sentir
cada mirada que se convirtió en sonrisa,
cada palabra que terminó en abrazo,
y la hierba húmeda mientras yo moría en tu mirada.
Los pasos fueron certeros,
y sentía que podía alcanzarte;
aún lo intento,
aún quiero.
No en vano corrieron los ríos,
no dejó de reverdecer el campo,
y los frutos desearon regresar:
fue porque tu mano tomó la mía.
Se humedecen mis ojos y se nubla el paisaje,
prediciendo que algo terminará,
tal vez el verano, tal vez las reservas,
pero no esto que solo tú yo sabemos.
martes, 10 de febrero de 2009
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4 comentarios:
Mientras observo el humo de mi cigarrillo haciendo mil formas, sé que cada palabra que escribes, cada sentimiento que vacías aquí, me han atrapado.
y yo...
no me quiero ir de aquí.
De una exquisitez aplastante corazón.
Un beso
Hermoso... qué mas podría decir amigo???
es fasinante cuando con poco se dice tanto.... a mi me toca diluirme en largos textos... a tu unas frases te cobran vida!
besos desde mi lejana galaxia
En la noche...que digo noche! Madrugada, susurré al oído de mi amigo el coctelero.
Te felicito. Siempre con ingenio y ternura para regalar.
P.D. Reinventando mi vida y yo te extrañamos. Cuándo pones algo? : (
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