Mi cama ha quedado con tu aroma, mis brazos con la sensación de tu abrazo y mi boca ansiosa de más besos improvisados en la mitad de la noche.
Pasar unos minutos contigo me hace acostumbrarme a tu presencia. El tiempo es delicioso cuando tengo tu sonrisa, cuando tengo tus gestos, cuando tengo tus manías, cuando tengo tu mirada esquiva; cuando tomas mi mano.
Y la música me habla todo el tiempo de ti. Cada hora viene con las imágenes y las sensaciones; quiero revivirlas; quiero que estés conmigo de nuevo.
Lima, Cusco y un fin de semana más me han hecho soñar de nuevo con un largo camino. Quiero que camines a mi lado.
El Mar en Lima, el Mar que tanto te gusta